En la entrevista realizada por JG Lagos, plantea que introducir tecnología en las escuelas no es tan importante como introducir a los maestros en esas tecnologías, lo cual a mi gusto no es excluyente, ya que es algo que se puede (se debe) hacer en forma concomitante.
"En el mundo digital", plantea Sarlo, "los niños no son sabios. Pueden matar invasores del planeta X, y lo aprenden en un tiempo corto" (...) "El aprendizaje espontáneo que hacen los niños con las computadoras es como el de la televisión: no hay que saber nada para realizarlo y tampoco se aprende mucho una vez realizado".
Beatriz Sarlo insiste en desmitificar que esta generación lo sabe todo, y en recuperar la importancia del rol docente. "Los maestros saben hacer las cuatro operaciones aritméticas y leer y escribir, cosa que los niños, a los 16 años, todavía no saben hacer".
Si bien comparto el diagnóstico de Sarlo en cuanto a la "baja de autoestima en una profesión que en estos países era de altísima autoestima hasta hace 50 años (...) camino de ascenso social, de prestigio, de integración a las instituciones", no encuentro dificultades en jerarquizar el rol del estudiante en el proceso de aprendizaje, y que estos últimos sean quienes lleven el impulso respecto a tecnologías.
Otro planteo mas que interesante, es el de hacer un derecho constitucional la banda ancha, "porque el dial-up discrimina de movida". Esto me trajo el recuerdo del error al pensar que al evitar las privatizaciones de la telefonía básica, estábamos cuidando los derechos de las personas, y olvidamos la telefonía móvil y el acceso a Internet.
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