Estos espumosos naturales, logran sus burbujas por una segunda fermentación en botella, donde la transformación de azúcar en alcohol por parte de las levaduras desprende gas carbónico el cual queda atrapado en la botella, a diferencia de la primer fermentación que se realiza en piletas.
Durante el proceso de degüelle (se congela el pico de la botella, se descorcha y se obtiene un tapón de hielo ubicado en el cuello donde se hallan todos los sedimentos, los cuales se quitan antes de volver a tapar con el corcho definitivo), en algunos casos se le agrega un porcentaje de licor de expedición o licor de tiraje (vino dulce). Este agregado es el que determina si se trata de un nature (sin agregado de azúcar), el brut nature, brut, demisec y dulce (el que tiene mayor cantidad de licor).
Los vinos espumosos se caracterizan por su acidez y frescura, por lo que la combinación con frutillas suele ser excelente.
Para hacer un trago de frutillas y champagne: licuar o procesar ¼ de kilo de frutillas, junto a ½ taza de azúcar, y el jugo de una naranja, mantener en la heladera, y al momento de servir agregar el champagne bien frío.
Para los que disfrutamos de los vinos por si mismos, simplemente es recomendable alternar los sorbos de champagne, con el placer de comer las frutillas a mordiscones.
Algunos trucos útiles:
Lo pruebo y te cuento
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