Gabriel Budiño

lunes, 2 de mayo de 2016

1 de Mayo + Uber

Ayer fue primero de mayo - día de los trabajadores, y en Uruguay es la primera vez que en este feriado nacional está Uber en funcionamiento.

Creo que la definición de clases sigue siendo válida, y somos trabajadores quienes vivimos de nuestro trabajo. Pero hoy los medios de producción son otros y hay que apropiarse de ellos.

En estos días varias personas han señalado en los medios sociales que es una "suerte" que los conductores de Uber estén disponibles en feriados como este. Pienso que es una pena que no se den cuenta lo que significa para el trabajador sus derechos laborales, ya que todos sabemos muy bien que el autoempleo no es sencillo.

No catalogo a los conductores de Uber como dependientes, pero sí como trabajadores. Son trabajadores independientes, pero siguen siendo trabajadores, siguen siendo parte de la clase trabajadora, que lo que tiene para sobrevivir - para obtener su sustento -, es su capacidad de trabajo, y no la propiedad de los medios de producción ni de la tierra (en la definición clásica).

En tanto trabajadores, son el eslabón más débil de los procesos productivos en el actual sistema capitalista, y proteger sus derechos es un interés mayor que debe tener la sociedad en su conjunto, y el Estado como su expresión institucionalizada.

Por eso mi preocupación por los derechos de los trabajadores en el ejercicio de su "labor". ¿Un trabajador con una unipersonal está realmente protegido? ¿seguro de desempleo? ¿derecho a despido? ¿derecho a huelga? Sin dudas las unipersonales no están pensadas para trabajadores sino para empresarios, y se usan mal.

La particularidad que tiene la nueva economía, es la transformación de los medios de producción. En Uber (que tiene poco y nada de economía colaborativa), el principal medio de producción, no es el vehículo, sino que son la información, el sistema, la reputación, la comunicación, la geolocalización, etc.

Es por eso que el conductor de Uber es un trabajador independiente, pero no un empresario independiente. No tiene la capacidad de producir. Es un participante (débil) del proceso productivo. No tiene poder de decisión, no fija precios, es intermediado. Sin embargo asume el riesgo, no tiene (en principio) un marco jurídico que le ofrezca seguridad social, que proteja sus derechos, que le permita participar libremente.

Por todo esto es que hay que pensar nuevas regulaciones para nuevos modelos, formalizar el trabajo, dar seguridades a conductores, usuarios, competidores.

Y mientras discutamos esto, es importante que el conductor de Uber no se sienta un pequeño empresario, sino un trabajador. Y que tenga conciencia de clase.

Uber no es el mercado. Uber es el negocio.

Si generamos una verdadera plataforma colaborativa, sería otra cosa.

OuiShare define la Economía Colaborativa como el sistema de relaciones y conjunto de iniciativas basadas en redes horizontales y la participación de una comunidad, y que tiene efectos en todos los ámbitos de la sociedad.

Uber no es una red horizontal, no desarrolla una comunidad. Es una plataforma tecnológica para mediar entre consumidores y productores, manteniendo el control centralizado. El precio por ejemplo no lo acuerdan consumidor y productor, lo fija el intermediario a través de un algoritmo privativo. Las reglas no surgen de la comunidad, se imponen desde Uber.

Quizás brindando un servicio mucho mejor que el de la mayoría de los taxis de Montevideo, pero no puede llevar el título de empresa de la economía colaborativa.

Y ojo que no está mal (aunque por ahora no es claro si es legal), pero no hay que confundir economía digital, y mediación por TIC, con economía colaborativa. Uber tiene posición dominante, tiene prácticas abusivas, dumping de precios, etc. En eso no es mucho mejor que el taxi.

Uber (en este momento, sólo el tiempo dirá qué pasa después) funciona de una manera muy particular, y ahí es cuando digo que el trabajador (conductor) es el componente más débil, y ni siquiera lo nota. Cree (le hacen creer) que es un pequeño empresario libre e independiente, que "trabaja cuando quiere", que "construye su negocio", que "elige cuándo y cómo trabaja".

En economía colaborativa se funciona distinto.

Por eso digo que hay que tener conciencia de clase, y no pensar que son empresarios, sino darse cuenta que son trabajadores, y están en un mercado, y en ese marcado están en una posición frágil. No hay que dejarse engañar, para poder de manera realista avanzar.

[Imagen CC0 Public Domine]
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