Gabriel Budiño

lunes, 5 de noviembre de 2012

Más orejas, menos bocas

Por algo las personas tenemos el doble de orejas que de bocas.

¿Será que la mano del creador nos modeló así para enseñarnos que hay que escuchar más de lo que decimos, o simplemente nos cuesta tanto escuchar que necesitamos el doble de receptores que de emisores?

Lo cierto es que la vida nos enseña que hay que escuchar más, y ciertamente la web 2.0 nos permite a todos hablar/gritar, pero la verdadera revolución asociada a los medios sociales es justamente la capacidad de escuchar, aprovechar el conocimiento comunitario y estar dispuesto a aprender.

Las empresas deben entender que Facebook no es simplemente un lugar para promocionar, como si fuera una nueva forma para la vieja marquesina. Por lo que no deberían ocupar lugares de la red sino están dispuestas a escuchar lo que dicen sus clientes, detractores y prospectos.

Lo que ocurre en la red se construye con lo que cada uno tiene que decir, y las empresas tienen que estar atentas a su reputación online.

Mucho por hacer, ¿empezamos?

[Dibujo: "Sin título" de Yo no me llamo Javier (cc)]
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