Para el título de este blog he tomado una traducción forzada de la primera línea de un soliloquio en el acto tercero / escena primera de Hamlet (William Shakespeare, año 1600 aprox), aprovechando eso de que el verbo "to be" en inglés significa ser/estar.
Con la gran difusión de las redes sociales parece que es imprescindible "estar", y yo siempre tengo la excusa de que estas nuevas TIC son objeto de investigación para mis actividades académicas y profesionales.
En lo que llevo en las redes (Blog [2006], Twitter [2007], Facebook [2008], Linkedin [2008], Foursquare [2010], Google+ [2011]) he pasado por diferentes usos, experiencias y relaciones. He tenido épocas de círculos diferenciados por redes, conocimiento personal de todos los contactos y restricción de fotos personales, pero también de apertura total, cientos de "amigos" y total transparencia.
Tampoco he sido demasiado exigente con las contraseñas, mis datos personales, geolocalización y cosas así. Siempre consciente, asumiendo los riesgos claramente en cada decisión tomada.
Pero ya hace unos días que vengo pensando en darle un nuevo giro, y las ideas planteadas por Miguel del Fresno en su visita a la Maestría en Marketing de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración (UdelaR) y la lectura de la Trilogía de las Redes de David de Ugarte, creo que me han servido de empuje final.
Facebook volverá a ser para mi una red experimental con poca información personal, Twitter una herramienta académica, Foursquare una forma de twittear con geolocalización, Linkedin una red de contactos profesionales reales, este blog continuará cada vez más centrado en temas académicos y menos en cosas de gustos personales, y Google+ seguirá ahí recibiendo mis G+ sin saber bien qué pasará con él.
¿Qué opinan?¿Cómo ha evolucionado el uso de las redes en cada uno de ustedes?
[Foto: Cartelería contradictoria en Montevideo, GB (cc)]
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Muy bueno lo que dices, y en parte me siento identificado. Con Facebook comencé agregando a gente que no conocía personalmente, luego a decenas de compañeros de trabajo, del fútbol, de un asado, de un meeting... hasta llegar a casi mil contactos. Y desde hace un año vengo haciendo el proceso contrario: borrando contactos (voy a contracorriente de la mayoría, jeje). Al día de hoy tengo poco más de 200, muchos los borré para siempre y a otros los agregué al LinkedIn ya que realmente tengo un trato laboral/profesional con ellos y no me interesa que vean qué hago en mi tiempo libre.
ResponderEliminarY en twitter sí agrego a cualquiera que me parezca mínimamente interesante ya que mi uso es como "lector" y no publico nada.
Saludos!
sin lugar a dudas esto es un aprendizaje iterativo, donde no hay que dejarse llevar, y elegir realmente lo que se quiere, sabiendo lo que implica.
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