Gabriel Budiño

sábado, 18 de septiembre de 2010

¿Quién dijo que el 2010 no fue un buen año?

Carlos Pizzorno es la tercera generación de su familia que se dedica a la vitivinicultura en Uruguay. Don Próspero comenzó a elaborar vinos en el departamento de Canelones en 1910, y sus uvas siguen transformándose en nobles caldos año tras año.

Se trata de una bodega familiar que deriva a una cooperativa la producción destinada a uvas de mesa, de manera de poder concentrarse en la elaboración de vinos fijos, con parcelas de bajos rendimientos por hectárea, cosecha manual, seguimiento individual de cada cuadro, decisión de cosecha por degustación de la uva y tecnología aplicada.

Fui invitado al lanzamiento de sus primeros vinos de la cosecha 2010: Sauvignon Blanc y Tannat Maceración Carbónica. Vinos de aromas frescos y suavidad en la boca, pero con cuerpo suficiente para sostenerse mucho más allá de su acidez. Vinos para explorar, para compartir, para iniciar la cena y la charla.

La elaboración del Tannat que hace Carlos junto a Marcelo Laitano (enólogo de la bodega) utilizando la técnica de maceración carbónica, les permite obtener de nuestra uva insignia aromas, color, frescura y suavidad que no son las tradicionales características de la vieja harriague.

Las botellas de Pizzorno no son fáciles de encontrar, ya que no suelen estar en supermercados pero sí en locales especializados y en muchos restaurantes. Pero de todas maneras la bodega - lo sabemos muy bien - tiene las puertas abiertas para el que quiera conocer un poco más a esta familia.

[Fotos: Familia Pizzorno]
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