a) eficiencia económica
- inserción externa.
- reforma del Estado.
- relaciones con empresas públicas (separar de discrecionalidad del Poder ejecutivo: fiscal, caja, antiinflacionaria), generar organismos reguladores, dar independencia.
- clima de negocios (ley de fensa competencia, protección inversiones).
b) matriz energética
- opciones y plazos.
- levantar restricciones a inversiones.
- actualmente hidro/térmica: alto costo, topeada, y dependencia del petróleo.
c) red de insfraestructura
- obra pública.
- transporte (puertos, rutas, trenes).
- logística.
- telecomunicaciones.
d) asegurar coherción social
- salud.
- educación.
- empleo.
- asistencia social.
¿Qué tal si hablamos de estos temas en estos días que quedan?
¿Qué tal si algunas de estas cosas las convertimos en políticas de estado con amplios acuerdos de todos los partidos políticos?
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Parece bastante simple pero, sin embargo, obviamente como sociedad no estamos transmitiendo esas necesidades a los políticos. En vez de discutir esos temas,tenemos discusiones sobre si salir o no con la bandera uruguaya, si tal o cual cree en tal o cual religión, o si tal o cual partido tiene golpistas. Buenísimo.
ResponderEliminarDe mientras, los grandes temas por los cuales las sociedades existen desde el vamos, siguen ahí. No hay políticas de Estado. No de ahora, sino desde hace años.
A mí modo de ver (justo estoy escuchando en No Toque Nada una pequeña mesa redonda sobre la educación), los liceos deberían independientes. Todos los directores recibir un presupuesto anual (directores que deberían ser elegidos por las autoridades más los padres)y que con ese dinero decida cómo cumplir el programa. De esta forma contratará a los mejores profesores que pueda (y no a los docentes que le llegan), y construir el propio proyecto pedagógico: no es la misma situación un liceo de pocitos que uno del cerro. Es real. Y en vez de una huerta necesito un curso de fotografía, o cosas así.
Pero estamos tan lejos de eso, que discutirlo no tiene sentido...
buen aporte como siempre Fede!
ResponderEliminarla autonomía en la educación es una pelea de muchos años.
Pero es más allá de la autonomía (por lo menos no la económica). No puede ser que un liceo sea espantoso y nadie rinda cuentas.
ResponderEliminarSi se hiciera así, cada director rendiría cuentas a los padres y a las autoridades (que son quienes los ponen ahí). Y además podría contratar a los mejores profesores, y no solo al que encontró horas ahí.
O quizás no necesita un profesor, necesita un psicólogo, o un taller de cerámica.
Pero si hoy me entero que el 0900 de la cédula no funciona más, qué podemos esperar de un sistema autonómico de educación secundaria :D