El pasado jueves 5 de junio, participé de un evento de SAP que contó con la participación de Gabriel Oddone, quien presentó un Análisis coyuntural del Uruguay.
En su exposición habló de la crisis de Estados Unidos con una importante desaceleración, y un shock en los commodities similar al de la década del '70. Esto significa precios de exportación favorables extra región, y una amenaza importante en cuanto a la inflación doméstica.
Respecto a la situación de Argentina, destacó la dependencia de la economía respecto a las retenciones a las exportaciones, y la falta de confianza que redunda en expectativas de inflación. La crisis de confianza y credibilidad, podrá afectar a nuestro país, pero en menor medida que en décadas anteriores ya que no somos tan dependientes.
En general Uruguay no tiene grandes amenazas para 2008 y 2009, y con un crecimiento del 7% promedio en los últimos cinco años, el panorama se ve favorable.
La relación del consumo respecto al PBI en 2007 fue del 74,5%. Las inversiones (FRBF) en el mismo año representaron un 13,9% del PBI, lo que resulta un nivel muy bajo.
El resultado fiscal es alto, pero aún la deuda es elevada, y si bien ha bajado, se mantiene por encima de los valores pre-crisis. En los últimos cinco años se ha mantenido entre un 3 y un 4% del PBI.
El saldo de cuenta corriente es del 1% del PBI, los ingresos de capital 5%, y las cifras de inversión no especulativa señalan un menor riesgo de fuga, lo que nos deja mejor parados para enfrentar futuras crisis.
El tipo de cambio real baja, por lo canto somos caros en la región y hay que tener especial cuidado con la pérdida de la competitividad.
La evolución de las cifras de inflación 1998 (4%), 2001 (4%), 2002 (26%), 2007 (7%), y la proyección 2008 (8,2%) puede significar una alerta que el gobierno tratará de controlar. La inflación en dólares del 2007 fue del 22% lo que es un indicador preocupante.
El dilema para Oddone del gobierno pasa por lograr un equilibrio entre cuatro elementos:
a) control de la inflación
b) evitar caída del tipo de cambio
c) promesas electorales
d) equilibrio fiscal
A su entender, las prioridades serán el cumplimiento del programa de gobierno (que redunda en una expansión del gasto) y el control de la inflación (procurando que no supere el 9%).
Finalmente señaló que las cifras históricas de nuestro país reflejan que en años electorales (desde 1925 al 2000) el comportamiento del gasto público muestra en promedio una desviación de entre 0,5 y 1% del PBI.
[Imagen: Blog Guia Senior]
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